El curso 2009-2010 ha sido muy díficil, difíciles las clases, el número de alumnos, difícil de compaginar el trabajo con la vida familiar que pasa por momentos muy delicados. En febrero cumplí 60 y eso sí lo celebré por todo lo alto con mis amigas giputxis , las llevé de «finde» a Bilbao y lo pasamos en grande.
A partir de febrero puse las miras en jubilarme, teóricamente ya tenía los 60 tan añorados en los últimos años y podía acogereme al contrato de relevo. Pasaban los meses y la situación política y social iba entrando de lleno en crisis. He pasado momentos de mucha incertidumbre he visto que la jubilación se me iba de las manos. En mayo Zapatero anunció el DECRETAZO, de aplicación inmediata. Ahí sí que empecé a pensar en una baja por depresión. La situación me podía. Pelée, toque teclas, di la lata y por fin en junio firmé el contrato de relevo lo cual quería decir que a partir de ese momento sólo iba a trabajar el 15% de mi jornada acumulado en unas semanas al año.
Comida de fin de curso como cada año con una particularidad, era mi despedida, habría un pequeño homenaje. Juan Elvira pronunció unas palabras que nunca olvidaré y con las que me sentí muy generosamente reconocida. También me cantaron los compañeros un desde Santurce a Bilbao a lo giputxi con mucho cariño y con mucha gracia.
Ha sido para mi todo muy emocionante y con unas palabritas que llevaba preparadas he cerrado mi etapa: «profesora de Lengua y Literatura»
«Ser profesora de Lengua a veces es complicado. Como eres profesora de Lengua se supone que hablas, escribes e incluso piensan muy bien. Se supone que tienes siempre la palabra adecuada, que no tienes ningún problema en comunicar tus emociones y que puedes incluso pronunciar un discurso brillante porque …a ver ¡¡ eres profesora de Lengua!!
Hasta hoy no había pensado en este momento de despedida , pero esta mañana he empezado a sentir vertigo, una sensación de agobio preguntándome si podría estar a la altura de la profesora de Lengua.
Enseguida he escuchado una voz interior que me ha calmado: Tranquila Pilar – decía- que a estas alturas de la película ya todo el mundo sabe que tú eres una profesora de Lengua atípica. Cometes muchos errores, tienes mala letra, eres chapucera y desordenada. Si hay que decir si esto o aquello se escribe así o asao metes la pata, incluso recuerda –me decía la voz- que en una reunión con padres dijiste que habías estado con los alumnos en Bilbado. Es cierto que rectificaste rápido “hay no perdón en Bilbauu , dijiste.
Visto lo visto, y una vez que la memoria me ha puesto en mi sitio, creo que lo más recomendable es ser prudente. Dicen que la prudencia llega con los años, así ha debido de llegar algo.
Tratando de ser prudente voy a deciros sólo una palabra, no vaya a ser que meta la pata. Eso sí, para pronunciarla cojo mi corazón, cargadísimo en este momento de emociones, en la mano, y con el corazón en la mano y con toda mi alma puesta en ello os digo GRACIAS.
Muchísimas gracias por todo, os quiero un montón, sois mi familia.
Si te sirve de algo, Pilar, has sido una profesora de lengua atípica que ha conseguido que dos hermanos quieran mucho a las letras. Uno periodista, la otra… la otra no sabe qué es, ‘comunicadora’, dicen. Siempre fui una negada en sintaxis y en un montón de cosas más, pero mira, desde aquel taller de prensa me encariñé, con los años adoré -más si cabe- leer, y con el tiempo aprendí lo bonito que es poder decir las cosas escribiendo. Y qué quieres que te diga, si no llego a tener una profesora atípica, que metía la pata y que no tenía siempre la respuesta correcta, quizás no hubiera sido capaz de tomar la decisión de cambiar el rumbo a mitad de un camino que ya había elegido. Porque aunque meta la pata escribiendo, y siga siendo una alumna atípica, al menos estoy haciendo lo que me gusta, que es más de lo que pueden decir muchos.
Muchas gracias por haber sido mi profe, Pilar 😉
¡Un abrazo!
Gracias a ti Ane por tan cariñosas palabras, te sigo, veo que estás canalizando muy muy bien tu «incontinencia verbal» seguro que llegas muy lejos porque eres buenísima comunicadora. Besos
Pues si, eras una profesora atípica, caótica y anárquica. Y también, muy divertida, nos tratabas como adultos, nos hablabas sin adoctrinarnos y dejabas una libertad maravillosa, para ser. Además, aprendí a leer libros y textos, a valorar la palabra, a leer libros provocativos, modernos y actuales. Tanto, que estudíé Filología y que
también enseño lengua (inglesa, en mi caso) y también, soy caótica como tú.
Muy emocionante,
Un beso fuerte
Mil gracias «colegí» un besazo. Tenía este borrador guardado desde entonces y me ha apetecido hacerlo realidad aquí. No imaginaba que me lo ibais a tratar con tantísimo cariño.Me encanta.
De verdad que para mi clase de COU fuiste la mejor con mucho. La pena es que no hice tu taller de periodismo. A lo mejor también me hubiera cambiado la vida como a la chica del otro comentario. Cuídate mucho 🙂