A veces parece que la campaña antitabaco es una cuestión coyuntural , que quién sabe por qué extrañas razones conviene arremeter contra él.Exageración, conveniencia política, investigaciones recientes. Con la ley del tabaco recien estrenada me encuentro con este libro de 1880. El título lo dice todo: El tabaco sus malos efectos en la salud y en las facultades intelectuales y morales.
Gracias a estas maravillas de la técnica me translado a la BNE y comienzo por la introducción de dice:
¡YA OIGO LA CRÍTICA!
Ya oigo decir: ¡qué imprudencia! ¡qué ligereza de venir alarmando á los tranquilos fumadores que, satisfechos con un vicio, contribuyen con cientos de millones para atender á las necesidades del Estado!
Pero yo soy médico, y la ciencia de curar y de precaver las enfermedades me impone el deber de mirar por la sa- lud de mis semejantes, del mismo modo que los que dirigen las naciones están obligados á velar por la salud pública, estableciendo leyes higiénicas y sanitarias sin reparar en gastos ni sacrificios.
¡Madre mía! pienso, si parece que estoy leyendo el periódico de ayer .Y sigo leyendo pinchando aquí. Me animo a guardarlo como tema de actualidad y seguiré escuchando y participando en los debates sobre el tabaco.