Y por fin la primavera. Se ha hecho esperar. Llegó la luna llena de marzo con frío y lluvia y desde entonces esperábamos impacientes el fin de un invierno crudo. La lluvia persistente insistía y a la vez anunciaba una primavera expléndida. En los pocos ratos que el sol nos ha regalado un poco de luz y color lo hemos recibido con avidez.
Los días previos a la Semana Santa todos miramos el tiempo queriendo que nos engañe o que cambie la predicción, pero no hay manera. Mientras, los campos lucen un verdor nuevo, las nubes negras nos persiguen y conforman entre uno y otro un paisaje bonitísimo. Los viajes por carretera a Cadiz a su paso por la Muela y Conil, o el camino a Medina Sidonia , a Jerez y a Sevilla han sido un precioso regalo para la vista.
Llegó al Puerto Angela hermana y como sé que siempre viene con ganas de luz y de calor le adverto de que el tiempo está de esa manera. Angela dice que no le importa que ha encontrado todo superbonito que nunca lo había visto tan verde y fresco, “Cadiz ahora mismo parece Escocia”- me comenta . Me gusta que Angela sienta también ese amor incondicional por esta tierra.
Todo en el pueblo preparado para recibir la Semana Santa, resignados al final a los caprichos del tiempo, nos quedamos satisfechos con los ratos de luz y calorcito que aunque escasos los ha habido.
Domingo de resurección en Sevilla gris y verde. Lluvia en la Maestranza. Y sigue lloviendo en la semana de Pascua, algunos turistas quedan en Zahara y pelean como pueden con el mal tiempo.
Se va Angela y su familia y el mismo el jueves voy a San Fernando a por los amigos Lucio y Emma. Nos ilusiona la visita y disfrutamos de su compañía.
Paseo por la Breña , el palomar, expléndidas flores, verde, nubes. Casi agradecidos de que el tiempo siga revoltoso. Charloteo hasta hartarme con la amiga, hablamos con comprensión de los maridos , con preocupación y orgullo de los hijos, con mucha ternura de los nietos, con complicidad de nosotras…Qué grande es tener amigos.
El faro Camarinal nos recibe grandioso y por suerte coincidimos con muchas aves, incansables viajeras, que regresan, después de pasar el invierno en un clima más favorable.
Una de las cosas que más me agrada de mi vida actual es que me va enseñando a estar más vinculada con la Naturaleza y a apreciar cosas que antes me pasaban completamente inadvertidas. Las aves y su vuelo. Cada día me fijo más en ellas y con Román voy aprendiendo sus nombres y valorando su vuelo. En el Faro pudimos ver un grupo que hacia unos dibujos sobre el cielo que parecía auntenticamente un número de baile. Me emocionó, y me gusta mucho mantener la capacidad de emocionarme con estos instantes que nos regala la naturaleza.
Cada dia, poco a poco, las flores, los pájaros , el anuncio de las primeras ferias, el calorcito y la luz nos van hablando de la llegada de la primavera. No soy yo muy amiga de esta época del año tan exultante, quizá demasiado brillo y color. Soy más dada a los colores del otoño y las tempestades del invierno, sin embargo, este año, sentir que mis huesos van perdiendo el moho y que empiezo a andar descalza por la playa me está llenando de vida …¡ la edad !.
Pilar 