Los que venimos de vacaciones a Zahara apreciamos su luz, su playa, su belleza natural y sobre todo apreciamos a sus gentes.
Las gentes de Zahara tienen arte para muchas cosas, cantan, bailan, pescan, llevan con mucha dignidad los sinsabores de la vida y sobre todo el arte que más y mejor dominan es el arte de hacer sentir bien al de fuera, el de tratarles como amigos.
Así, empezamos muchos viniendo a Zahara de vacaciones para pasar después a venir a Zahara para ver a los amigos, a sus familias y compartir con ellos penas y alegrías.
La familia Manzorro Heredia siempre ha contado con muchos amigos entre los forasteros. Muy pronto cuando venimos a Zahara conocemos a alguno de ellos, ¡son tantos!, y enseguida a través de ellos conocemos a sus padres, tíos hermanos, hijos, sobrios y primos. Todos una piña que derrocha raza, belleza y simpatía.
Yo…
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