Después de varios dias de lluvia ha amanecido soleado, bonito día para recibir el invierno y muy bonito para ir a la feria de Santo Tomás. Con la cámara, un par de bolsas para las compras y con todos los recuerdos que nos trae este día, íbamos camino de la feria reviviendo los buenos momentos vividos el día de Santo Tomás. Comienzo de las vacaciones, tomar talo y txistorra, ultimar las compras de la cena de Nochebuena y pasar un buen día con la familia y entre amigos. Parece que esta tradición se remonta al siglo XIX cuando la mayoría de los caseríos del Pais Vasco estaban arrendados, pertenecían a fincas de señores y los baserritarras se encargaban de cultivar las tierras y de gobernar el ganado. Ese arrendamiento se heredaba de generación en generación, de padres a hijos. Los baserritarras tenían que pagar la renta a finales de año a los señores, los dueños de las fincas. El plazo para ese pago se retrasaba hasta el día de Santo Tomás. Ese día, el 21 de diciembre, acudían a la ciudad para pagar la renta con los mejores productos de su huerta y los mejores animales. Yo recuerdo hasta bien entrados los años 60 como los caseros venias a Bilbao con los capones vivos para pagar la renta y como era costumbre en las casas de familias principales que el plato estrella de la noche de Navidad fuese el capón. Aprovechaban el viaje a la capital para vender también los mejores productos del otoño y los animales, pavos, pollos, corderos, que alegrarían las mesas durante las fiestas de final de año.
Con el tiempo, esa costumbre se ha convertido en tradición. Nos vestimos de baseritarras y paseamos para ver los animales que vienen de los caseríos, las frutas y las verduras. Se ponen puestos en las calles y se celebran concursos para premiar los mejores productos, como frutas, hortalizas, capones, euskal oiloa (pollo vasco) y ganado. También se colocan puestos de pan y repostería, queso, miel y algunos de artesanía.
El protagonista indiscutible es el cerdo o cerda que se sortea en la feria.
Además de los puestos de los baseritarras es también tradición que asociaciones de vecinos, o alumnos de COU de las ikastolas, u otras agrupaciones pongan puestos de talo y txistorra y todos hacemos cola para conseguir un talo con txistorra y un vaso de sidra. En todos los bares se regala con pintxo de txistorra con la bebida.Parece que esta costumbre viene también de que era lo que comían los caseros cuando venían a vender.
Un año más el día de Santo Tomás, el comienzo del invierno, las noches más cortas «Santo Tomás eguna argitu orduko ilusa». La tradición. El vivirla me reconforta y me da una sensación de continuidad y de estabilidad.que me gusta.