En este extraño otoño de contrastes , disfrutamos de largos paseos por la mañana para reconfortarnos de la tibieza de una dura realidad muy empeñada en imponerse. La lectura y la música acompañan la luz de las tardes y cada noche agradecemos a la vida el privilegio de vivir tan cerca del mar.
La tarde de ayer me atrapó el artículo de Leire Etxezarra sobre la fotografía de Nadav Kande en su blog Cartier Bresson no es un reloj
Descubrí a Nadav Kander, impactante y original .
Leire a través de un magnífico análisis me acercó a la mirada y al pensamiento del fotógrafo. Y con Kander descubrí a Bill Brandt porque hablando de su fotografía nos explica que admira a Bill Brandt
“Brandt, habla de una forma muy hermosa sobre la atmósfera como el hechizo que proporciona belleza o dignidad o amenaza a un lugar común. Habla de las cosas que no puedes ver pero que puedes sentir en sus fotografías, y a mí siempre me ha encantado eso de él.” Nadav Kander
Me gusto tanto esta definición de la atmósfera que hoy he tratado de acercarme a la fotografía de Bill Brandt(1903-1983) fotografo de origen alemán pero que vivió en Londres y se sintió inglés.
Los desnudos de Brandt me han parecido pura poesía:




El propio Brandt destacó repetidamente la importancia que para él tenían las propiedades formales de su fotografía: las áreas de intensa oscuridad, los altos contrastes de luz y sombra, blanco y negro, las sutiles distorsiones de la perspectiva, los puntos de vista desconocidos . Todo ello muy presente en su trabajo


Un fotógrafo,-comenta Bill Brandt,- debe estar preparado para captar y aferrarse a aquellos elementos que le dan distinción al tema o le dan atmósfera.


Según explica en sus acertadas reflexiona sobre fotografía el trabajo del fotógrafo consiste en ver con más intensidad que la mayoría de la gente. El fotógrafo debe tener y conservar algo de la receptividad de un niño que mira el mundo por primera vez o del viajero que entra en un país extraño. La mayoría de nosotros estamos demasiado ocupados, demasiado preocupados, demasiado decididos a demostrar que estamos en lo cierto. Demasiado obsesionado con las ideas para quedarnos de pie y mirar fijamente. Muy rara vez somos capaces de liberar nuestra mente de pensamientos y emociones y simplemente ver por el simple placer de ver. Y mientras no lo hagamos, la esencia de las cosas estará oculta para nosotros.
Esta mañana en nuestro paseo, inspirada por Bill Brandt, he tratado de ver con intensidad, de apelar a la receptividad, de libérteme de ocupaciones y preocupaciones, y de centrar la mente simplemente en ver por el puro placer de ver.




Crear una atmósfera, ese hechizo que carga lo cotidiano, lo común, de belleza y dignidad.