Ayer mire el calendario, ayer miré el calendario porque empezamos a poner la mirada rumbo al norte. Miércoles 23 de octubre y aterrizamos en Zahara un miércoles 18 de septiembre. Cinco semanas pensé, 5 semanas que llevamos en Zahara.
Llevaba días tratando de hacer un poco parada y recopilación, tengo a veces la sensación de que se me escapan las cosas , más que las cosas se escapa la vida, y por eso captar los instantes y escribir me parece que las retiene un poquito más. Hacer fotos y escribir son hoy en día ocupaciones principales, siento que estando en ello me obligo a observar más, a vivir más despacio a buscarme y a ordenarme. Esto me gusta 
El mismo día 18 nos recibió la luna llena y me la encontré mirándose al espejo en la plaza de Tamarón 
La primera semana vivíamos en Bahía y lleno nuestro tiempo los agradables reencuentros y los primeros paseos. Estaban aquí Antón y Rosario y con ellos hicimos una excursión a Ceuta en donde comí un lenguado que inmortalice para volver a sentir el instante. Casa Lucas junto a la gasolinera camino a Marruecos nos sorprendió con un pescado impresionantísimo y sobre todo con un hincha del Atlethic de pura cepa, ya tenemos un amigo más.
Nos trasladamos a Peñon la segunda semana coincidiendo con la ruta del Retinto y la disfrutamos desde el primer día. De jueves a domingo todo el día en la calle, de bar en bar probando Retinto y disfrutando de las carreras de caballos en la playa, precioso espectáculo. Son días ajetreados y divertidos pero siempre terminamos con la necesidad de meternos en casa por una temporada.
Esa necesidad se nos pasa en cuanto vemos un día bonito y la marea vacía.
Coincidiendo con el estreno del mes cogí con ilusión la vida rutinaria: seguir el ritmo que marcan las mareas y dejarme llevar por el sonido de las olas. Ya estamos completamente instalados con mi Clio en la puerta. El tiempo acompaña y los paseos del atardecer por la orilla entre rocas, tarrayeros y reflejos bonitos nos ponen en nuestro lugar en Zahara. El alma se esponja y el día a día se hace armonioso y sereno. Tengo cámara nueva y estoy muy centrada en las fotos. 
Llega el día del Pilar, este año es sábado y lo celebramos comiendo con Juana y Paco en la venta el Toro. En la venta entre cervezas y pringue cambiamos de ritmo. Otra vez más calle, y más dejarse llevar. Muchos bares cierran el domingo 20 así que hay que aprovechar.
La luna va llegando a luna llena , cada tarde la vemos aparecer y de nuevo nos marca el ritmo. Me pone en el lugar. Poquito a poco llega la luna llena el domingo 19 coincidiendo con la fiesta celebración de los dos años de ELA en Zahara. Noche mágica. Esta vez se mira al espejo en el Cachón.
El azul intenso del lunes nos devuelve a la playa. La marea está vacía al mediodía y en un paseo corto recuperamos la armonía y el horizonte abierto pero con una sensación nueva. 
Tenemos ya puesta la mirada el rumbo hacia el norte miro el calendario y necesito guardar estas cinco semanas para que no se me escurran entre los dedos.
Pilar 