cámara en mano, Viajar

Las luces en la noche polar


Tengo que confesar que iba a Tromso cargadora de miedos. Miedo a la distancia, miedo al grupo, casi desconocido,miedo a mi edad, miedo a mi cabeza, miedo al frío, y miedo a la oscuridad,muchos miedos y la vieja sensación de última hora de… «quién me manda a mi meterme en estos berenjenales».

Llegamos a Tromso de noche, el viaje era ya un reto superado y estaba totalmente desvanecido el miedo al grupo, pronto me sentí muy a gusto entre gente muy afable y cariñosa y me convertí con orgullo en la yaya, la abuela o la amoña de la excursión.

La primera mañana  me sorprendió la claridad del día, yo pensaba  que la noche polar suponía 24 horas de oscuridad y descubrí que había luz y una luz bien bonita, así que me propuse vivirla con intensidad uno de nuestros dias en Tromso.

Es jueves 27 de noviembre, estamos en la noche polar, según me han explicado el sol permanece realmente oculto desde aproximadamente el 26 de noviembre hasta el 15 de enero. No hay sol, el sol no va rebasar la línea del horizonte, sin embargo, presencio con admiración y entusiasmo un amanecer que dura dos horas.

Son las 9:30 de la mañana, es el tiempo de la alborada, parece la claridad antes del amanecer.Tomo conciencia de la luz, me envuelve y trato de entenderla para recoger el instante.

es el tiempo del alba, de claridad antes del amanecer y de que el sol asome por el horizonte.

9:40 Tanto el cielo como el mar son un puro resplandor

 Resplandor

9:50 Mirando hacia el puente y detrás de las montañas aparecen los tonos amarillos del sol.

Las 10 de la mañana, callejeo por el puerto,  parece un atardecer cálido y luminoso.

luces_07

 

Ya estoy en el puente que une una parte de la ciudad con otra son las 10:15 y en un instante vivimos el esplendor del anochecer.

luces_10

10:34 Las luces se van volviendo malvas. El sol no ha llegado a salir pero desaparece del horizonte tras la montaña.

luces_15

 

Las 11:00 , quiero llevarme las últimas luces del día y llego hasta la catedral Artica, puedo apreciar la vidriera iluminada por la luz de un sol que no ha llegado a salir

catedral

Al llegar de nuevo al puerto, las 11:40, es ya noche cerrada en Tromso.

luces_13

El Sol no ha salido pero he vivido dos horas de amaneces o de atardecer, de alborada o de crepúsculo, verdaderamente mágicas.  Una luz preciosa, tenue, y nítida cubre el cielo y el mar de bellos reflejos durante dos horas y después la penumbra y las mil y una lucecitas que recorren el cielo, el mar y la ciudad.

Se pasó también el miedo a la oscuridad, me siento cómoda y segura. Continuo ¿el día? ¿la noche? ¿la tarde?,- difícil utilizar las palabras con precisión-, entretenida y paseando por la ciudad.

Pilar_Noruega_22

Me quedan las luces de la aurora boreal de las que hablaré en otro momento.

Para ver las luces en la noche polar pincha aquí

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